domingo, 17 de julio de 2011

de los Diablos de Yare...

Este año, al fin, tuve la dicha de ir a la fiesta de los Diablos de Yare. 
Les cuento un poco de las fiestas, información que conseguí en internet: estas fiestas las hacen en San Francisco de Yare, estado Miranda, todos los jueves de Corpus Christi. llevada a cabo por las "Sociedades del Santísimo". Su origen se remonta al Siglo XVIII, siendo esta la hermandad más antigua del continente Americano. La fraternidad de diablos esta dividida en un orden jerárquico, representado en sus máscaras. Cada Jueves de Corpus Christi (9 Jueves después del Jueves Santo) se hace una danza ritual de los llamados diablos danzantes, los cuales visten trajes rojos, capas y máscaras, además de adornos como cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos. La música y el baile continúan mientras los Diablos -quienes pagan una promesa religiosa al convertirse en demonios de rojas vestiduras y coloridas máscaras- visitan las casas de algunos Diablos difuntos. La celebración termina cuando al final de la tarde suenan las campanas de la iglesia y la hermandad se dispersa hasta el próximo año, cuando volverán a representar este rito donde el bien debe prevalecer sobre el mal.
La mujer oye la misa como lo hacen los Diablos, además va a todos los sitios con ellos, se encarga de darles agua, comida, cuidar a los niños y no bailan por las calles con máscaras sino en una casa donde piden prestada una máscara y bailan al frente del altar por una promesa. Todas las promeseras visten faldas rojas y cotas blancas. En la cabeza llevan un pañuelo rojo o blanco. La Capataz es la máxima autoridad en cuanto a las mujeres, viste de rojo y sin máscara.
Nosotras (Alejandra y yo, que nos lanzamos para allá sin mas ayuda que su maravilloso sentido de orientación, la información que algunos nos dieron y mi google maps) llegamos a San Francisco como alas 10 de la mañana, veníamos escuchando a Valentina Quintero en la radio que decía que a esa hora era la misa. Los lugareños nos indicaron donde estacionar, y nos adentramos en el gentío que estaba reunido alrededor de la plaza y la iglesia. El pueblo no es muy grande pero tienen varias calles, casi todas adornadas con altares de promesas al Santísimo, en ocasión de las fiestas. 
Pudimos recorrer varias de sus calles, antes de la misa, y vimos un mercadito de artesanos que vendían souvenirs, también vimos varios altares... al preguntar sobre qué eran y para qué, nos dijeron que las familias del pueblo, que hacen promesas o que tuvieron diablos, miembros de la cofradía que murieron, hacen altares en las puertas de las casas para que los diablos les bailen y les rindan tributo a los muertos. Habían unos grandes y muy adornados, otros sencillos y pequeños, pero todos lindos y rojos.
Antes de comenzar la misa ya habían muchos diablos reunidos en la plaza y a las puertas, sabíamos que los Diablos no pueden entrar a la iglesia, así que se quedan en las afueras escuchando la misa y esperando la bendición. Muchos de ellos, hacían una danza con maracas, y tenían las mascaras sujetadas a su cuerpo a través de una tela roja, de esta manera la máscaras los tapaban y se movían al ritmo de la danza. También habían algunos que, cansados de la procesión al cementerio que habían hecho en la mañana, estaban sentados descansando.
Con uno de ellos me senté a conversar, mientras me apartaba del sol que era muy fuerte, y me contó que según la tradición hace mucho sol ese día y puede llover en la tarde, porque cuentan que en a época de la colonia, un año no hubo nada de cosecha porque la sequía había sido muy brava, y los negros le pidieron mucho a Dios y al Santísimo que les concediera la lluvia para que pudieran tener que comer, y bailaron como Diablos toda la noche y todo el dia siguiente de corpus christi para que los oyeran, y que Dios les concedió la lluvia ese dia y pudieron salvar las cosechas. Así fue, Dios este día a las 2 de la tarde nos mando la lluvia para recordarnos que está ahí  que nos ve y nos ayuda... ademas nos quitó el caloron de la mañana.
Después de la misa, que fue impresionantemente larga y muy bailable (pues todos los cantos eran con tambores y a todo volumen) empezaron la procesión detrás de una replica del Santísimo que va por todo el pueblo, de altar en altar. Van rezando y con incienso y medio cantando una plegarias que , a decir verdad, no entendimos.
Muchos Diablos se dispersaban y se alejaban de la procesión, o se sentaban a descansar... para esto había unas personas de la cofradía llamados Arreadores, cuya función era esa, ni mas ni menos que arrear a los Diablos para que se mantuvieran en la procesión y no se desperdigaran por ahi.
Uno de mis objetivos primordiales era ir a tomar fotos.. y lo hice... me di vida tomando fotos!! Pude tomar las fotos mas cliché de los Diablos de Yare, las de la procesión, la danza y las mascaras. Debo decir que esa era mi humilde intención. También pude practicar con todo lo aprendido en el curso, darle sentido y "echar un cuento".
Ademas de eso siento que me divertí mucho por muchas razones. Antes no habría podido ir por mi trabajo, así que me divirtió ese dia de tiempo libre, para hacer exactamente lo que quería hacer, sin limites. Me divirtió disfrutar de una tradición venezolana, autóctona, pura y que es patrimonio de la humanidad y que tan solo se vive a dos horas de Caracas. Me divirtió compartirlo con Ale, quien es otra admiradora de las cosas mas propias de nuestro país, que le encantan los cosas de negros y sobretodo las mascaras. Nos la pasamos divino admirando cada color y cada detalle... hasta la lluvia que puso el broche de oro a un día divino.
Como datos curiosos, no había ni una sola miniteca en alguna licorería con reguetton a todo volumen, no había ni un solo Diablo borracho bailando por ahí, no había nadie de ningún partido político haciendo propaganda (aunque se apareció una diputada de oposición y un oficialista a "saludar al pueblo") era una fiesta totalmente religiosa, sentida, producto de a herencia de la gente, de un pueblo que quiere y respeta su tradición como un valor y un orgullo.
Ah bueno y curioso también, el montón de fotógrafos, en algún momento pensé que habían mas fotógrafos que habitantes en ese pueblo, que hacían parecer a Camila como un juguetico de piñata, pero ella no se dejo amilanar y tomo muchas y buenas fotos... soy una madre orgullosa.
Aqui les muestro un poco de los que hice, después de pasar por el ojo critico y el proceso de edición, quedaron esas fotos... y en mi mente el recuerdo lindo, rojo y a ritmo de tambor.





FMT

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